A CONTINUACION UNA CARTA PUBLICA DE RAFAEL GUAREÑO
Entendiendo que mi pueblo está por encima de todo y que aún me quedan capítulos abiertos en lo que a política respecta, he tomado la crucial decisión de luchar nuevamente por el bienestar de mi amado Tamboril. La política, hoy asaltada por ruines personeros de la codicia, merece y precisa de un cambio impostergable.
El funcionario público debe ir a las instituciones a servir sanamente, sin ansias materiales ajenas a sus legítimos ingresos y dotado de un sentimiento de servicio puro. Y eso no es lo que está ocurriendo actualmente, salvo honrosas excepciones.
En virtud de esto, y apreciando en su justa medida la entrega seria y firme de un síndico que por las noches parece acostarse con todo y zapatos por si tiene que encarar cualquier trabajo de madrugada, resulta imperativo que Tamboril siga la ruta del crecimiento sostenido encaminado con notable éxito por Francisco Alvarez "Juan Bo", cuyas ejecutorias durante estos años han permitido la consolidación de Tamboril como municipio progresista y en constante desarrollo.
Para ello Juan Bo debe tener a su lado gente que le ayuden sin condiciones en la ardua tarea de seguir impulsando a Tamboril por el bienestar. Mi interés es volver al Ayuntamiento de Tamboril para ayudarlo a él de manera incondicional, y, por supuesto, ayudar con ello a mi pueblo en todos los aspectos.
La construcción de la Cancha y de varios tramos de la Presidente Vásquez, hablan del calibre que tiene Juan Bo como síndico y de su empeño por el crecimiento de la comunidad. Y lo acreditaron ante mis ojos como un hombre de trabajo y tesón. Desde entonces ha tenido mi apoyo y admiración. Es por eso que no tendría reparo alguno en sumarme a su causa, porque la entiendo y comparto plenamente.
En ese orden, vale decir -abundando sobre mi experiencia en el ámbito público- que cuento con con un prontuario serio, respaldado por mi manejo dentro del Ayuntamiento en el período 1994-98.
En ese lapso, además de Regidor, fungí como Presidente de la Sala Capitular, y nunca por mis manos paso prebenda alguna y tampoco me subordiné a propuestas indecorosas o lesivas a los intereses del municipio. Nunca por manos de Rafael Guareño circuló dinero oscuro para impulsar resoluciones. Antes bien doné siempre, mes por mes, el 100% por ciento de mis ingresos.
Los bolsillos de los contribuyentes ya no aguantan más robos, ni la impunidad acordada en aposentos, pero menos aún la apatía e indiferencia de quienes deben buscarle solución a los problemas puntuales que aquejan a las grandes mayorías y, sin embargo, acaban traicionando a su gente.
Las pruebas de que siempre derivé mi salario hacia la solución de males imperantes en el pueblo están recogidas en todas y cada una de las páginas de la revista El Tamborileño de entonces. Se lograron resolver muchos temas comunales, que por pequeños, pasaban inadvertidos para las autoridades.
Desde la colocación de simples lámparas y bombillos, limpieza de calles y avenidas, tendidos eléctricos, donación de útiles escolares y deportivos y leche a niños desnutridos, hasta la entrega de cientos de libros a la Biblioteca Municipal Tomás Hernández Franco.
Pese al precacario ingreso percibido en la época, en 4 anos se ejecutaron muchas pequeñas obras y proyectos a favor del pueblo. Hoy por hoy he logrado cultivar grandes amistades en el orden internacional, relacionados en los principales puestos de importancia dentro de la ciudad de Nueva York.
Con Rafael Guareno como regidor, Tamboril ganaría por partida doble, pues donaría el 50% de mi eventual salario a los mas necesitados, y esto lo anuncio desde ya, a la par de diligenciar ayudas y donaciones importantes a favor de Tamboril.
El posicionamiento que hoy tengo en Nueva York, cuyas autoridades designaron un día (el 19 de Abril en mi nombre) me permite hablar en directo con quienes tienen peso y poder de desción para ayudar. Y ayudar en grande. Me ofrezco a favor de mi pueblo, asumiendo un sacrificio necesario, en el entendido de que como bien reza el lema: ya Juan Bo es de por si fuerte, pero con la integracion de Guareño es totalmente cierto que el PRD gana Seguro.
Espero contar con el apoyo de las grandes masas perredeistas, de cuyo valor me he dado cuenta con el paso del tiempo, sobre todo en el caso particular de Tamboril, en donde ese partido, con Francisco Alvarez Juan Bo como líder principal, ha llevado al municipio por sendas de bien y crecimiento. Y eso nadie puede ignorarlo, porque como lo dice el refrán: "lo que está a la vista no necesita espejuelos".
RAFAEL GUAREÑO.-